Los zapatos de charol aportan un toque elegante y sofisticado a un conjunto. Derbies, botines de tacón, botas... los zapatos de charol, tanto para hombres como para mujeres, son muy populares. El mantenimiento de los zapatos de charol debe ser regular para que el zapato permanezca brillante. Para proteger tus zapatos de las agresiones externas, limpiarlos en caso de manchas o mantenerlos para que conserven su brillo, es imprescindible utilizar productos especiales. Esto mantendrá el cuero flexible y permitirá que sus zapatos duren más tiempo.
Los zapatos de charol pueden agrietarse y perder el brillo con el tiempo si no los cuidas con regularidad. Los productos utilizados para el cuidado de los zapatos de charol conservan la capa superior del zapato de charol, pero no penetran en profundidad para no arriesgarse a dañar la piel del zapato. A diferencia de otro tipo de pieles, no se recomienda impermeabilizar los zapatos de charol con un producto impermeabilizante para evitar cualquier riesgo de mancha.
Para cuidar tus zapatos, quita los cordones si se trata de un par de zapatos con cordones y coloca en ellos unas hormas de madera que imiten la forma del pie para evitar que se deformen. En primer lugar, utiliza un paño limpio, con un poco de agua si es necesario, para limpiar y desempolvar el zapato. Sólo cuando esté perfectamente limpio podrás aplicar los cuidados adicionales.
Con un paño de gamuza, aplica leche limpiadora para charol en toda la superficie del zapato. Presta especial atención a la puntera del zapato, que está más expuesta a los golpes. Con una gamuza, retira los restos de producto.
El charol debe brillar. Para mantener el brillo de tus zapatos, utiliza un abrillantador especial. Pulveriza el producto a unos 25 cm del zapato y, a continuación, lustra tus zapatos rápidamente con un paño suave, un cepillo de charol o una gamuza.
Es preferible un betún a base de aceite que un betún a base de cera. Esta protección conservará el efecto espejo de los zapatos o botines de charol. Puedes elegir un aceite tintado para el cuero negro, que dará color al zapato, o un aceite incoloro.
Los arañazos en el charol no se pueden eliminar. Sin embargo, puedes camuflarlos con un rotulador permanente del mismo color que tu zapato, mocasín u Oxford. Para las manchas, el linimento oleo-calcáreo es particularmente eficaz. Limpia las manchas y nutre el zapato.
Las manchas de grasa, más resistentes, pueden eliminarse con leche limpiadora mezclada con unas gotas de vinagre blanco o limón. Se pueden utilizar varios trucos para eliminar las manchas del charol, como el uso de aceite de oliva, alcohol de 70º o vaselina.
Al limpiar una mancha en un zapato, se recomienda tratar toda la superficie del mismo para evitar el riesgo de crear un cambio de color. Es preferible realizar las operaciones de desempolvado, limpieza, mantenimiento con una crema adecuada y pulido en todo el par de zapatos y no sólo en uno de ellos. Acuérdate también de limpiar las suelas y los tacones de tus zapatos para asegurar su brillo y resplandor.
Las pieles de ante, terciopelo, nobuck o lisas requieren un tratamiento diferente y específico. Cualquier tipo de cuero es un material relativamente frágil que requiere un mantenimiento regular y delicado para prolongar la vida del zapato.