Los zapatos de Gorila, cuyo nombre de marca hace guiño al carácter robusto y fuerte del animal, están hechos para el estilo activo de los más pequeños que necesitan un calzado flexible, cómodo y muy resistente para aguantar las numerosas actividades que realizan en su día a día.
El calzado infantil Gorila lleva casi cien años ofreciendo sus modelos de zapatillas, zapatos colegiales o sandalias de resistencia y durabilidad máxima. Desde los 50 y los 60, las zapatillas Gorila se popularizaron enormemente por la resistencia que le otorgaba la piel de vacuno y el piso de goma vulcanizada de cada uno de sus modelos, así como por unas campañas de marketing que calaban fuertemente entre los adultos y los niños.
La marca tenía eslóganes potentes que sonaban por todas partes y que todo el mundo conocía como ‘para todos los niños’, ‘La marca a prueba de niños’ o ‘Tan fuerte como yo’ (decía el gorila) y que hacían referencia a su sorprendente resistencia. Una resistencia que tenía ganados a los padres que se evitaban el comprar zapatos a los niños cada dos por tres. Además, los niños no dudaban en elegir un par de zapatos para ir al colegio Gorila o en usar zapatillas Gorila para diario porque cada caja de zapatos de la marca incluía de regalo una pequeña pelotita verde que les encantaba. Un marketing perfecto y adelantado a su tiempo.
Por supuesto, la tecnología de los zapatos Gorila ha evolucionado para poder ofrecer resistencia y durabilidad siguiendo un proceso más industrial. A día de hoy, la producción de los zapatos escolares Gorila, las sandalias Gorila o las zapatillas Gorila se subcontrata mayormente con empresa españolas, pero también portuguesas. Sin embargo, el control del I+D, del diseño y de la calidad del resultado final por parte de Gorila es máximo.