Llevamos ya unas cuantas temporadas viendo cómo las mujeres calzan cada vez más este tipo de zapato. A efectos prácticos, los zapatos castellanos son en realidad el típico mocasín, pero solemos emplear esta denominación sobre todo cuando hablamos de los mocasines más discretos y finos, de líneas más sencillas. Este tipo de calzado plano es comodísimo para el día a día y tremendamente versátil de forma que las mujeres estamos encantadas de llevarlos cada día más y difícilmente van a poder pasarse de moda.
Hablamos de un calzado históricamente ligado a la moda masculina, pero que ha sabido adaptarse a la moda unisex gracias a su diseño atemporal y a la posibilidad que nos ha brindado a muchas de nosotras de desligarnos de los tacones en nuestro día a día, sin volver la mirada atrás. Curiosamente, este calzado apareció por primera vez como un zapato de andar por casa destinado a las clases altas que se lo ponían con sus batas y pijamas de raso hasta que alcanzaron la calle para quedarse, primero para la moda únicamente masculina y, más adelante, para la femenina. Además, son un calzado cómodo, con una punta redondeada que se adapta a la forma de los dedos del pie, crea un efecto estrecho que afina el pie de la mujer y que puede usarse tanto en entretiempo como en los primeros días de frío, en lugar de los clásicos botines.
Por supuesto, hablamos del modelo universal que toda mujer debería tener en su armario como calzado cotidiano. Totalmente liso o decorado con un estribo, una cadena o una hebilla, un modelo de castellano o mocasín negro sencillo puede llevarse con prácticamente cualquier estilo y en todo tipo de medios.
Por ejemplo, puede ser un calzado estupendo para llevar con un traje de chaqueta para ir a la oficina o para salir a tomar algo, pero también puede combinar genial con un sencillo conjunto casual de vaquero y camisa o con un vestido largo y vaporoso. En caso de querer llevar castellanos negros con falda, puedes decantarte por una minifalda sencilla y una camisa de raso.
El ante, considerada como una piel delicada y de calidad, aunque algo frágil, siempre añade un toque de calidad, elegancia y de sofisticación al calzado. Además, los primeros modelos de este calzado histórico ya se fabricaban con este tipo de piel así que, para muchos, son el material idóneo y más bonito para los castellanos.
Con unos castellanos de ante se podrá formar un outfit urbano perfecto, sea en un solo color, en distintos colores de ante o decorados con borlas o flecos. Eso sí, cuidado con los días de lluvia. El ante y el agua no se llevan nada bien.
Sí, hemos dicho que los zapatos castellanos de mujer son un calzado de corte clásico que va con todo, atemporal y versátil. Todos esos adjetivos nos hacen pensar en modelos poco llamativos y en colores que solemos decir 'que van con todo' como el negro, el marrón o el beige. Sin embargo, la realidad es que los castellanos pueden ser mucho más divertidos que eso si elegimos modelos en colores llamativos como el rojo o incluso si nos decantamos por el siempre acertado animal print como la piel de serpiente, de leopardo o incluso de cebra. Eso sí, en estos casos, se recomienda llevar ropa en colores neutros como el negro, el blanco, el gris o los marrones, según el tipo de animal print, para no sobrecargar demasiado el conjunto.