Los botines son un calzado cómodo y fácil de poner. Se pueden llevar con conjuntos informales y de aire desenfadado. En la temporada de otoño e invierno, con un buen par de botines planos, las mujeres conseguimos llevar los zapatos perfectos. Los botines o botas tipo Chelsea, por ejemplo, se han convertido en uno de los tipos más populares. Se trata de un calzado plano y cómodo y sus gomas laterales y la ausencia de cordones facilitan el calzado. La puntera del zapato varía según el modelo, hay varias entre las cuales se puede elegir, y quedará genial con la mayoría de los conjuntos que se tengan de temporada en el armario.
Los botines planos vienen en una variedad de estilos. Se pueden llevar con un vestidito o con un conjunto de aspecto motero. Incluso pueden adaptarse, si el modelo está bien elegido, a un conjunto para salir de fiesta o para las grandes noches como la cena de Nochebuena o una salida romántica en pareja. Con vaqueros, por dentro o por fuera, con pantalones tipo skinny, con faldas largas de vuelo, faldas cortas o de tubo, con trajes de chaqueta… Las opciones son prácticamente infinitas y es verdaderamente difícil no acertar.
Si existe un material favorito para la fabricación de los botines es claramente la piel. Tanto si se trata de piel de vacuno como de piel vuelta, la mayoría de los botines planos de calidad están hechos de este material. Noble y natural, la piel es resistente y, si se usa y se cuida adecuadamente, resistirá a más de una estación de forma que, aunque a la hora de hacer la compra en sí nos resulten más caros unos botines de piel que unos sintéticos, a la larga nos serán mucho más rentables y generaremos un menor impacto ambiental ya que disminuiremos nuestro consumo.
Pero hay vida más allá de la piel clásica. El terciopelo y el ante también están muy presentes en los materiales utilizados para fabricar botines planos. Una de las ventajas de llevar ante o terciopelo es que se trata de materiales que se ablandan rápidamente con el tiempo. El zapato se adaptará perfectamente a nuestro pie únicamente con llevarlo unos pocos días. Con ellos se pueden complementar muchos conjuntos y proporcionan una gran comodidad a quien los lleva. Ya sean de cuero, de ante o de terciopelo, para conservarlos el mayor tiempo posible, no hay que olvidar protegerlos de la humedad mediante un producto impermeabilizante. Con sólo un minuto de cuidado con un spray habitualmente de precio muy razonable, se pueden mantener los zapatos libres de manchas y agua.
Aunque los botines en color negro y marrón están definitivamente a la cabeza en lo que respecta a los colores, otros también están ganando algunos puestos en el ranking. Por ejemplo, las botas de color beige se llevan con regularidad y, para los que se atreven a ser diferentes, se pueden llevar botas planas de color rojo o amarillo, o incluso en un bonito animal print. Si estos últimos son menos fáciles de combinar con un conjunto, no por ello dejan de ser notables y aportan un toque atrevido que seguro que llama la atención.