Los botines negros son una prenda totalmente atemporal. Esto quiere decir que solemos tener casi siempre un par dentro del armario y, cuando se desgastan, no tardamos en reemplazarlos por otro modelo no demasiado diferente. Se trata de un tipo de calzado aliado que puede sernos muy útil en una gran cantidad de ocasiones y con todo tipo de conjuntos si sabemos elegir un modelo adaptado a nuestro estilo y morfología.
Junto con los pantalones vaqueros, las cazadoras de cuero o los jerséis de punto, los botines negros son una de las pocas piezas que se pueden llevar con todo y en todas las circunstancias. Los botines de cuero negro se encuentran cada temporada en diferentes versiones, reinventados. Podemos hablar de puntas redondas o de punta, con tacón cuadrado, cuña o algo de plataforma, con alguna tachuela o decoración, con suela dentada… Pero botín negro igualmente, siguiendo unas tendencias u otras.
Desde su aparición en el siglo XIX con cordones y un poco de tacón, los botines han evolucionado mucho y, hoy en día, tenemos tantas opciones posibles en cuanto a forma, estilos y tendencias que es importante saber qué tipo de botín necesitamos según nuestra actividad diaria, nuestras necesidades, nuestro vestuario y estilo y nuestro tipo de figura.
En las últimas temporadas, los vaqueros se suelen llevar vueltos o cortados. Esta tendencia, iniciada por la moda masculina, como un retorno a la forma en la que se llevaban los pantalones en los años 50 o 60, permite obviamente lucir más unos bonitos calcetines, pero también el tobillo y el estilo de botín elegido.
Otra alternativa es llevar un pantalón tipo skinny metido dentro del botín en caso de querer lucir más el calzado. Por otro lado, si hemos decidido volver a los pantalones de campana al estilo de los años sesenta tan tendencia desde hace un par de temporadas, se recomienda el uso de un botín con algo de punta, lo suficiente para que el zapato pueda asomarse por delante de la pernera. Así, la visión del zapato evitará que el pantalón cree un efecto de bloque ampliando la figura.
En este sentido no hay error posible: los botines negros y los vestidos son una combinación perfecta que no falla nunca y las posibilidades son enormes. Si se elige un vestido corto, tanto para el día como para la noche, cualquier altura de tacón y estilo de botín quedará increíble.
En caso de buscar comodidad y querer mostrar un aire romántico los vestidos largos son un must. Este tipo de vestido quedará genial con un botín estilo cowboy si se quiere conseguir un estilo más roquero o con un botín tipo calcetín para darle un toque elegante y estilizado al conjunto.
Para un look floral al estilo boho chic con un vestido de tela vaporosa suelta y fina con estampado floral, se recomienda un botín de aspecto retro, con tacón medio y cuadrado, de lo más cómodo. Además, se le puede añadir complementos llamativos como unos calcetines vistosos o un bolso en materiales naturales como el algodón o el lino.
Y para terminar, no nos podemos olvidar del atrevido y atemporal animal print, sea en un sentido o en otro. ¿Qué queremos decir? Este bonito estampado, sea leopardo, guepardo o similar, será siempre un acierto en la prenda o en el botín (no en ambas). Un bonito y sencillo vestido negro ganará enteros con un potente botín con estampado de leopardo y un atrevido vestido de leopardo formará un look completo con un botín negro de tacón alto para una divertida noche de fiesta.